La combinación de un elemento antideslizante en una placa proporciona rigidez adicional en ensamblajes mecánicos. Esta configuración se utiliza para asegurar componentes adicionales en sistemas a gran escala en centrales eléctricas en Rusia o plantas de fabricación en Japón. Las características antideslizantes del elemento garantizan que está fijado contra la placa, la cual está conectada a la estructura principal. Esto asegura que la conexión pueda soportar altos niveles de estrés y vibración. Además, la placa sirve como un dispositivo distribuidor de carga, reduciendo así la presión sobre el elemento y aumentando la resistencia de la conexión. A pesar de que diferentes culturas tienen sus preferencias para los procedimientos de instalación, la integridad estructural proporcionada por esta conjunción es indiscutible.